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Traducción de documentos oficiales, traducción certificada y traducción jurídica, ¿Qué diferencias hay?

Traducciones certificadas y juradas

La traducción de documentos es esencial en un mundo globalizado, especialmente cuando se trata de documentos oficiales que deben ser presentados ante autoridades o instituciones en otro idioma. Sin embargo, no todas las traducciones son iguales. Aquí te explicamos las diferencias entre traducción de documentos oficiales, traducción certificada y traducción jurídica.

1. Traducción oficial:

Cuando hablamos de una traducción oficial, nos referimos a la conversión lingüística de documentos importantes, como actas de nacimiento o registros académicos. Estos documentos traducidos vienen respaldados por una certificación o un compromiso formal de un traductor o entidad de traducción reconocidos.

Las traducciones oficiales son esenciales cuando se necesita presentar un documento redactado en un idioma diferente ante entidades gubernamentales o autoridades pertinentes. Aunque a menudo se confunde con otros tipos de traducciones, tiene características distintivas.

2. Traducción certificada:

Este tipo de traducción se caracteriza por contar con una certificación adjunta, la cual generalmente se manifiesta a través de una firma, un sello distintivo y una declaración formal por parte del traductor o de la empresa de traducción. Diversas instituciones y autoridades en naciones como España, el Reino Unido, Estados Unidos, o Irlanda, por citar algunos ejemplos, suelen requerir una traducción certificada para garantizar su validez. La certificación garantiza la veracidad y precisión de la traducción.

3. Traducciones juradas:

Las traducciones juradas son un tipo especial de traducciones certificadas que solo pueden ser realizadas por traductores designados oficialmente en el país destino de la traducción. Estos traductores deben pasar exámenes específicos y solo están autorizados a traducir ciertos idiomas. Países como Francia, España, Italia, entre otros, requieren este tipo de traducciones.

4. Traducción notarizada:

En estas traducciones, un notario público respalda la identidad del traductor mediante una declaración formal, estampando su firma y sello en el documento. Es importante mencionar que el notario da fe de la identidad del traductor y no del contenido de la traducción, dado que su especialidad no es la traducción en sí.

5. Traducciones con apostilla:

Son traducciones que han sido «legalizadas» por un ministerio gubernamental para ser admitidas en cualquier país que forme parte del Convenio de La Haya. Este proceso produce una apostilla que se adjunta a la traducción, garantizando su validez internacional.

 

Es crucial entender las diferencias entre estos tipos de traducciones para asegurarse de que se cumplan todos los requisitos legales y administrativos al presentar documentos en un idioma extranjero. Al elegir un servicio de traducción, es esencial asegurarse de que cuenten con traductores profesionales y capacitados para cada tipo de traducción requerida.